18 de octubre de 2011

Shadow of the day

Estúpido Sol, ¿Desde cuándo sos tan frío? Tus rayos nunca me irritaron tanto. ¿Por qué ese sadismo, esa necesidad de atravesar mi corazón con tu luz? Podrías dirigirla a la luna, y que la apacigüe para mí. Desde que la realidad descubrió su cara y me miró a los ojos, nuestra relación no es la misma.
-(No, no den importancia a esas palabras)-
Uno crece y, mientras tanto, le enseñan que debe ser fuerte, que tiene que ver las cosas como son, afrontarlas, aceptarlas, superarlas. Hablan sobre cómo deberías enfrentar las situaciones de tu vida, con algún disfraz navideño o película de Disney de por medio. Sí, gracias por hacerme pasar una linda infancia; pero mi vida no terminó ahí; por el momento, continúa.
No creo que todos, pero sí que más de una persona se haya hecho esta típica pregunta: "¿Por qué a mí?". Y.. Sí, yo también me la hago; ¿Por qué a mí?. A veces el mundo parece tan injusto.. Es decir, ¿Qué pude haber hecho tan malo? Porque, bueno, cosas buenas tengo (una casa, una "familia", un perro que es la mejor alegría de mi vida, algún que otro amigo, comida), pero.. Vamos, no te engañes, Belén, en estos momentos las cosas malas te están pesando más, y eso no está bien.
Y no, no es una novedad que el mundo sea injusto. Y no, tampoco el hecho de que una persona se sienta devastada. Y, mucho menos, el que uno tienda a auto-engañarse porque cree que eso le hace un bien, pero.. No decir este tipo de cosas, no destacarlas, es símbolo de que las adaptamos como algo normal y cotidiano, como algo que ya se hizo costumbre. Y no, eso no está bien. Acostumbrarse a la injusticia y a la angustia es lo que provoca que nunca se vayan.
Es casi imposible soportar ciertas situaciones, y lo dice una persona que sueña con volar, que no cree en imposibles. Me atrevo a decir que hay un dolor (sí, dolor) inmenso que no sé cómo sacar y, a veces, lo ignoro, lo acepto, no lo cuestiono y sólo le sigo la corriente. Más tarde, por suerte, lo noto; es entonces cuando me doy la mayor de las lástimas.
Uno no puede volver el tiempo atrás y, aunque pudiera, no sería lo mismo. Pongamos un ejemplo: Tenés una charla con alguien, donde vos te comportás de la forma más sincera y amable posible. Pero, por alguna extraña razón, esa persona que tanto te importa reacciona mal y terminan peleados. Vos podés volver el tiempo atrás y evitar que eso pase, pero.. ¿Lo harías? Sabiendo que la otra persona se hubiera cagado en tus palabras y en tu esfuerzo por no herirlo, sabiendo que esa persona piensa tal o cual cosa sobre vos y que nunca te lo dijo, sabiendo que es tan histérico y falso como para haber escondido sus municiones tanto tiempo. ¿Lo harías? ¿Realmente querrías volver a hablar con una persona así? Lo que pasa, por algo pasa. Y sí, no queda otra que asimilarlo y vivir con eso.
Cada uno de nosotros tiene sus propios límites, y, digamos lo que digamos, sólo nosotros los conocemos.
Nuestro verdadero deseo no es volver el tiempo atrás, sino que el futuro nos depare las mismas alegrías que extrañamos.
El dolor se va a quedar hasta que yo decida. En esta batalla somos sólo nosotros dos y, al final, sólo uno va a quedar.

-Qué lindo y, a veces, qué triste es sentir cómo
una sola cosa aparece y derrumba otras mil-




1 comentario:

  1. Mi verdadero deseo es volver el tiempo atrás, para no dejarte nunca sola, para volver a hablarme con vos, porque te extraño amiga, porque te amo, y porque no se que hacer sin vos. espero que me contactes porque yo no puedo hacerlo.
    tu facebook parece secreto de estado, y de tantos mensajes que te mande por celular pienso que ya no tengo el numero correcto.
    si tengo el numero correcto y no queres volverme a hablar simplemente responderme eso. un beso mariabelenrita, te quiero.

    ResponderEliminar